No es nada facil poder ser un ciudadano normal ejerciendo segun que profesión. Un representante del textil, un maquinista de Renfe, un ingeniero industrial, un geografo, un abogado, un técnico en.... empleado de una gran empresa electrica, un espec..., no un tecnico en... no, un ...., bueno él y una maestra pueden permitirse el lujo de ejercer su profesión con toda naturalidad, incluso alguno luciendo palmito y independencia económica por ejercer su profesión a cambio de un sueldo, sueldazo, que dejaría boquiabiertos a la mayoría de mortales, en una empresa, ahora, antes monopolio y de titularidad pública. Muchas veces te dan, perdón pretenden darte grandes lecciones de ética y honestidad. No es lo mismo. Pedir quince dias de vacaciones sin sueldo para dedicarte a otro tema es muy honesto. Pedir quince días sin sueldo para dedicarte a otra cosa en el mes de mayo a la puerta de final de curso siendo profesor es poco ético. Bien todos estos ejemplares de ciudadanos pueden ejercer con libertad de ciudadanos y optar a la alcaldía de su pueblo o ciudad. Pueden decir lo que piensan cuando quieren y donde quieren y todos estaremos pendientes de ellos. Los mensajeros de noticias los contadores de lo que pasa, para estar bien considerados deben ser ciudadanos de segunda. No pueden seguir ejerciendo su profesión si quieren participar en el desarrollo de lo común. Que asco de día. Que pena de gente. Como me gusta ser gata y ver las cosas en blanco y negro. Por cierto Sevilla tiene un color especial, Barberà es de color rojo.
En Romà Planas tenia un esperit republicà. Republicà de veritat. De saber-se sol en aquest món. Sol però lliure. Potser per això allà on estava sempre hi havia joves. Potser ja no tan joves. Trenta anys de distància poden semblar molts. Però aquests anys de distància en realitat no existien. Potser perquè constantment es continuava fent preguntes i buscant respostes, com només ho fa un lliurepensador. Diuen que és l'esperit dels joves, però que amb l'edat es cura. Ja hem arribat, pensem molts. I efectivament han arribat a no adonar-se de la seva pròpia futilesa. "No s'adonaran mai del problema", ens explicava. "Se n'adonaran quan el poble cansat els hi faci saber. I el poble ho farà saber com ho sap fer, exercint la ciutadania. Llavors serà tard. Però serà un bon moment. Un espai de creació, d'il·lusions, de nova gent, d'empenta. Un espai social que permetrà conrear l'amistat, anhel últim i definitiu de la política, entesa com la projecció púb
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